#DENUNCIAS: No solo los Abastos Bicentenarios están podridos

¿La razón? Pues, recientemente ha sido muy común escuchar términos como “las megabandas” y “los caídos con los kilos”. Y no es de extrañar que estos funcionarios sean los principales involucrados en estos casos.
En Una entrevista realizada por el portal Efecto Cocuyo a la directora de Control Ciudadano para la Seguridad, la Defensa y la Fuerza Armada Nacional (Ovedese), Rocío San Miguel, especifica que la criminalidad ha permeado a los cuerpos de seguridad del Estado, entre otras cosas, por el recorte del período de formación de los funcionarios civiles y castrenses. “Cada efectivo tiene destrezas adquiridas en la formación militar o policial que pueden adaptarlas a un nuevo desempeño en el mundo hamponil. El proceso de criminalidad es trasversal en todo el país. Esto ha cubierto a las instituciones, entre ellas las Fuerzas Armadas”.
Según la especialista, la corrupción se ha empoderado de las instituciones públicas porque el Gobierno así lo ha permitido, asegurando que ya es casi imposible que los funcionarios no se presten a colaborar o “taponear” distintos actos delictivos.
Este fue un proyecto implementado en el año 2013, por quien para ese momento se desempañaba como viceministro de Interior y Justicia, José Vicente Rangel Ávalos, que según las mismas autoridades tenía como objetivo que “todos los movimientos sociales, colectivos, comunidades organizadas y personas, tengan voz sobre las acciones que el Gobierno Bolivariano adelanta en materia de seguridad ciudadana en los municipios que presentaban mayor índice de criminalidad a nivel nacional. Para el momento se contabilizaron un total de 79”.
Muchos se preguntaron por qué los delincuentes debían tener tanto poder si ya de por sí eran azotes de sus barriadas. Por ejemplo, en el barrio El 70 de El Valle, no puede ingresar ningún vehículo que tenga vidrios ahumados, los jeeps que trasladan a las personas que viven en los más humildes sectores, deben permitir la directa visualización de quiénes van adentro porque si no lo tirotean.
Asimismo, en el barrio hay una ley: el cambio de luces que deben hacer los vehículos. “No cualquiera pasa pa’l barrio, si un carro va subiendo y no hace un cambio de luces cuando ve a los malandros, está frito”, dijo un vecino.
Han sido muchos los dispositivos de seguridad implementados no solo por el gobierno de Nicolás Maduro, sino también por el expresidente Hugo Chávez. Desde el Dispositivo Bicentenario de Seguridad Ciudadana (Dibise) en 2010, hasta lo que actualmente conocemos como el Plan Patria Segura, sin embargo, ninguno ha tenido éxito.
En el caso del proyecto de las Zonas de Paz, el Estado entregó recursos para contribuir con la reinserción de los jóvenes delincuentes, y a cambio ellos entregaran sus armas (el tan recordado mensaje: “dame tu arma y te regalo una bicicleta”), sin embargo, losmalandros utilizaron el dinero que le dieron para adquirir armas de mayor potencia, lo que poco a poco los convirtió en una especie de legión que ahora se denominan “las megabandas”. Allí el pacto de no agresión entre malandros se cumplió, como lo dictaminaba el pero no hacia los funcionarios policiales que a diario eran víctimas constantes de armas y ataques con granadas.
Entonces, ¿Cómo llegan las armas a “las megabandas”?
Asegura Javier Ignacio Mayorca, periodista, que los países latinoamericanos siempre se caracterizarán por ser plaza segura para la droga.
Venezuela, es uno de los países más corruptos del mundo, además en donde “se mueve” una de las mayores cantidades de sustancias ilícitas. La cocaína y la marihuana son las primeras de ellas, por tanto, la cantidad de dinero que pueden generar estos “negocios” son casi impensables. Explica la periodista Rona Risquez que esta actividad genera hasta 400 mil bolívaresmensuales a cada uno de los miembros de estas organizaciones. Por lo que el negocio de “la bicicleta por el arma” pudiese tildarse de absurda.
¿Por qué perder poder, cuando pueden tener más? Los delincuentes están acostumbrados a mandar en sus barriadas, así que siempre el negocio de las drogas será siempre mucho más lucrativo para ellos. La historia es más compleja, cuando nos preguntamos ¿cómo pueden estos delincuentes tener armas, fusiles y granadas, aunado al acceso a la droga? Bien, allí es cuando entran en juego los funcionarios policiales, quienes también ven en estos negocios ilícitos una oportunidad de generar “más ingresos”.
¿Cuánto vale “una bicha”?
Un arma “sencilla” calibre 38 puede costar en el mercado negro hasta Bs. 500 mil, sin las balas.
Entre Bs. 60 y 70 mil cuesta una granada, según el último reporte que se diera a conocer y su principal proveedor en el exterior es Estados Unidos.
Seguidamente un detalle, elaborado por el portal runrun.es, de los armamentos que son comúnmente usadas por las bandas delictivas de “alto calibre”.
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