La escasez en los hospitales dispara la mortalidad infantil en Venezuela
ELVICTORIANO.COM.VE - Hace unos meses, personal médico del Hospital Universitario de esta ciudad del este de Venezuela ayudó a dar a luz a dos bebés prematuros que necesitaban incubación. No obstante, debido a la escasez que castiga al país, el hospital tenía sólo una incubadora en funcionamiento. El equipo médico tuvo que tomar una agonizante decisión: pusieron al más fuerte de los dos bebés en la incubadora; el otro falleció pocos días después, publica The Wall Street Journal.
La mortalidad infantil aumenta rápidamente en Venezuela, mientras cae en casi cualquier otra parte del mundo, una de las señales más alarmantes de la descomposición de las estructuras sociales y estatales de Venezuela. “Creo que representa un problema social muy grave, donde las funciones básicas de gobierno se están descomponiendo”, dice Janet Currie, economista y experta en mortalidad infantil de la Universidad de Princeton.
La tasa total de mortalidad infantil de Venezuela, definida como muertes en el primer año de vida, es actualmente de 18,6 por cada 1.000 nacidos vivos, de acuerdo con las más recientes estadísticas del gobierno. La cifra está muy por encima del extremo superior del rango que Unicef estima para Siria, un país en guerra, de 15,4.
Las estadísticas sobre la mortalidad infantil en Venezuela son difíciles de conseguir debido a que el gobierno ya no las reporta periódicamente. Los médicos de los hospitales estatales, donde nacen la mayoría de los bebés, a menudo son sancionados o amenazados con la pérdida del empleo por hacer públicos los datos. La grave situación del sistema de salud —otrora uno de los pilares de la llamada revolución popular— se ha vuelto un secreto de Estado, con guardias armados que vigilan los establecimientos de salud y expulsan a los periodistas que logran entrar.
En septiembre, los venezolanos se indignaron ante fotos de recién nacidos en cajas de cartón en la maternidad del hospital estatal Domingo Guzmán Lander, en el estado Anzoátegui. El gobernador del pobre estado costero dijo que las cajas eran sustitutas de las incubadoras, añadiendo que los voluntarios podían decorarlas.
Más de otros 100 bebés murieron aquí en los primeros cuatro meses del año luego de que las enfermeras no pudieron comprar jabón y el suministro de agua sufrió interrupciones que duraban horas. “Es una pesadilla”, dijo Ana Molina, pediatra que dirige la unidad neonatal. En septiembre, fallecieron 36 de los 43 recién nacidos que fueron puestos en cuidados intensivos en el hospital, según Luis Vegas, ex jefe de maternidad que todavía tiene acceso al registro epidemiológico.
Después de que el agua se cortó por unos días este año en el Hospital Luis Ortega, en Porlamar, en la zona turística de la Isla de Margarita, siete bebés murieron en menos de una semana tras un brote de bacteria que se propagó a través de la materia fecal, dijeron los médicos a la prensa.
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